Aunque la versión más conocida es la de manzana, admite gran variedad de frutas como las moras, ciruelas, piña, plátano, mango, o como en mi caso, una combinación de manzana y membrillo.
Ingredientes:
Base de bizcocho y frutas:
- 100g de azúcar en polvo
- 3 huevos
- 100g de creme fraiche
- 150g de mantequilla derretida
- 200g de harina
- una cucharadita de levadura
- 3 manzanas reinetas
- 2 membrillos
- azúcar moreno
- un poco de mantequilla
- un poco de jengibre
- 1 cucharadita de canela
Crumble:
- 50g de mantequilla
- 75g de harina
- 50g de azúcar moreno
- 1 cucharadita de canela
Preparación:
- Ponemos en un cazo a calentar unos 25 gramos de mantequilla, añadimos los membrillos y las manzanas limpias y troceadas. Echamos azúcar moreno, aproximadamente 50 gramos, un pedazo pequeño de jengibre picado y una cucharadita de canela. Removemos todo bien y dejamos cocer unos diez minutos.
- Mientras, derretimos en un cazo la mantequilla para hacer la base de la tarta. Una vez derretida la mezclamos en un bol con el azúcar en polvo, los huevos batidos, la harina, la levadura y por último la creme fraiche. Batimos todo bien, hasta obtener una mezcla homogénea.
- Para el crumble, vertemos en un bol, la harina, el azúcar moreno y la canela, añadimos la mantequilla fría en dados y amasamos hasta obtener una especie de migas un poco pegajosas.
- En este punto, sólo nos queda montar y hornear. Para ello, untamos un molde con mantequilla y vertemos la masa de harina, huevos y creme fraiche. A continuación, echamos las manzanas y membrillos y por último cubrimos con el crumble.
- Sólo nos queda hornear durante 30 o 40 minutos a 180ºC.
¡A disfrutar!
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